TRATAMIENTOS HORMONALES:
Hoy en día, no existe ningún tratamiento 100% eficaz ni específico para esta patología.
Uno de los tratamientos más generalizados para esta dolencia, junto con el tratamiento para el dolor o la cirugía, es el uso de los fármacos hormonales, que pueden conseguir frenar la enfermedad. Actualmente, no existe un medicamento superior a otro en reducción de lesiones de endometriosis, controlar su extensión o frenar su reaparición. Según nos explican los expertos, la supresión ovárica se presenta poco eficaz en el control de la endometriosis, siendo las tasas de recurrencia de la enfermedad de un 80% aproximadamente.
Un beneficio de estos tratamientos es que suelen rebajar el dolor asociado a la misma en un plazo de unos 6 meses, pero entre sus inconvenientes existen factores como los efectos secundarios que producen o su coste (muchos no financiados por el Sistema de la Seguridad Social).
Su efecto en cada mujer es totalmente distinto, por lo que es muy difícil poder recomendar el uso de uno mismo medicamento en los diferentes casos. Se recomienda que se trate de forma individualizada a cada paciente, teniendo en cuenta todos los factores de su historia clínica en cada ocasión.
Antes de comenzar el tratamiento se valorarán los antecedentes de la paciente, su sintomatología, su deseo de ser madre, entre otras cuestiones. En todos los casos se aceptará el tratamiento hormonal que sea menos invasivo y presente mayor eficacia a largo plazo, con los mínimos riesgos posibles.
Estos tratamientos dependen también de los compuestos que contienen. Dichos componentes se separan en 4 generaciones distintas:
Los compuestos de 1ª y 2ª generación son más suaves; mientras que los de 3ª y 4ª generación, triplican o cuadruplican sus efectos adversos.
Lo recomendable es vigilarse durante el tratamiento y ante cualquier efecto fuera de lo normal acudir al médico o ginecólogo. Con ello, se deben prevenir problemas como:
- Trastornos genito-urinarios: como la sequedad vaginal o las cistitis de repetición.
- Disminución de la líbido.
- Astenia.
- Trastornos en el estado de ánimo (incluyendo fuertes depresiones, apatía, cambios bruscos de humor, ansiedad).
- Flebitis y Trombosis.
- Alteraciones Ginecológicas: pueden aparecer sangrados vaginales o desarreglos menstruales.
- Alteraciones óseas (por uso prolongado)
- También pueden aumentar los niveles de colesterol en sangre.
- Molestias gástricas que suelen ser leves y no ocasionan la aparición de enfermedades ulcerosas.
A continuación os dejamos un extracto de la Guía Clínica de Atención a la Mujeres con
Endometriosis del SNS, donde nos explica qué tratamientos son los más habituales en nuestra enfermedad:
- Progestágenos:
Acetato de medroxyprogesterona, dihidrogesterona, noretisterona. Producen una decidualización* del tejido endometrial para luego causar atrofia, teniendo dos vías de acción:
a) Suprimir la función ovárica, gracias a la inhibición de la liberación de GnRH hipotalámica, lo que conduce a una anovulación.
b) Efecto directo sobre los implantes, habiéndose observado que el acetato de medroxyprogesterona (AM) ejerce efecto antiproliferativo importante en las células del estroma.
Aunque existen muchas pautas de administración, la dosis más común es 10 mg. de acetato de hidroxiprogesterona, dos o tres veces al día (según las necesidades), durante 3 a 6 meses.
Efectos adversos: alteraciones menstruales, náuseas, ganancia de peso, edemas, depresión.
* La decidualización es una transformación de las células estromales del endometrio durante el embarazo. Las células estromales localizadas fuera del endometrio pueden presentar una decidualización debido a la estimulación hormonal.
– Anticonceptivos hormonales combinados: son eficaces ya que su mecanismo de acción es producir amenorrea, debido a la alteración del tejido endometrial y pueden ser tomados de manera segura durante un largo plazo. La sintomatología retorna en la mayoría de las mujeres a los 6 meses.
Efectos secundarios: Náuseas, hipertensión, tromboflebitis.
– Danazol y Gestrinona: suprimen la secreción de gonadotropinas,inhiben directamente la síntesis de esteroides e interactúan con los receptores endometriales de andrógenos y progesterona. Estos efectos provocan un ambiente estrogénico bajo y elevado en andrógenos que dificulta la proliferación de los focos de endometriosis y produce amenorrea. La gestrinona es menos androgénica que el danazol, como consecuencia mejor tolerada, ya que al tener una vida media más larga se requiere menor dosificación. Los efectos colaterales de ambos fármacos incluyen: aumento de peso, acné, retención de líquido, alteraciones de la voz, sofocos, náuseas. Están contraindicados en el embarazo, en pacientes con alteraciones renales e hipertensión y fallo cardíaco congestivo. El danazol frena la pérdida ósea en mujeres en tratamiento con agonistas de la GnRH.
– Análogos de hormonas liberadoras de gonadotropina: se aconseja como tiempo máximo 6 meses para evitar sus efectos indeseables. La pérdida de masa ósea ocasionada por los agonistas de la GnRH se puede evitar en gran medida con la terapia «add-back», es decir, estrógenos y progesterona o también tibolona.
El coste del tratamiento con danazol es casi el doble que el tratamiento con anticonceptivos orales y un tercio menor que el tratamiento con agonistas GnRH.
– Dispositivo intrauterino de Levonorgestrel (DIU_LNG): Hoy en día es una terapia altamente eficaz en la reducción de dolor asociado a la endometriosis.
– Otros: Fármacos como inhibidores de la aromatasa, tamoxifeno,agonistas dopaminérgicos (cabergolina), aunque actualmente forman parte de estudios de investigación y ensayos clínicos tienen un futuro prometedor en el tratamiento de la endometriosis.
Tratamiento hormonal. Resumen: Todos los tratamientos hormonales son eficaces para disminuir el dolor, sin embargo, hay que tener en cuenta que algunas mujeres responden al tratamiento mejor que otras. El mecanismo de acción es reducir los efectos de los estrógenos sobre el endometrio ectópico (solo los análogos, los inhibidores de la aromatasa y algún otro, disminuyen los niveles de estrógenos) de esta forma se afectan las células endometriales que requieren estrógeno para sobrevivir. La supresión de la función ovárica reduce el dolor asociado a la endometriosis en un plazo aproximado de seis meses. Los tratamientos hormonales que se detallan en este apartado son igualmente eficaces pero difieren en sus efectos secundarios y los perfiles de coste.