El aumento en la frecuencia de las micciones (polaquiuria), hematuria (sangre en orina) que durante la menstruación se presenta en el 20 - 30 % de las ocasiones, infecciones urinarias recurrentes o signos de irritación en órganos del aparato urinario son manifestaciones de la endometriosis vesical, que se presenta en un 1 - 2 % de los casos.

Este tipo de endometriosis puede aparecer en la vejiga en el 70 - 80% de las afectadas y el lugar más común en el que se suelen presentar infiltraciones o nódulos es en su cúpula. Los síntomas varían desde molestias al orinar, síndrome miccional irritativo, sangrado al expulsar la micción (en caso de endometriosis infiltrativa) o infecciones de repetición.

También es común que se vean afectados los uréteres en un 15 - 20% de los casos, causando atrapamiento en los mismos. Esto impide el correcto flujo de orina desde los riñones hasta la vejiga pudiendo causar infecciones recurrentes, que pueden ser más complicadas si llegan al riñón.

Resulta más inusual que los riñones se vean afectados por la endometriosis.

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La dismenorrea y la dispareunia también suelen estar presentes en estas pacientes, pues los nódulos endometriosicos vesicales habitualmente se asocian a nódulos rectovaginales, según estudios.

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La endometriosis en el aparato urológico suele diagnosticarse con pruebas de imagen como la cistoscopia, el ultrasonido, TAC o resonancia. Su tratamiento dependerá de varios factores, pero normalmente se recomienda tratamiento hormonal y, en casos de infiltraciones severas o atrapamiento de uréteres que pongan en peligro la función renal, la cirugía.

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Además, la endometriosis puede estar asociada a otras patologías como la cistitis intersticial o la vejiga hiperactiva.