DOLOR PÉLVICO:
En afectadas de endometriosis el dolor pélvico es su síntoma principal. En la mujer se asocia generalmente a padecer un trastorno menstrual o a sufrir dismenorrea (dolor durante la menstruación), pero el 70 - 80 % de los casos de dolor pélvico en la mujer puede relacionarse con la endometriosis, ya que en edad fértil es la principal causa de este síntoma.
Se suele dar normalidad a esta dolencia, pero debe ser un signo de que algo está ocurriendo en el cuerpo de la mujer. El dolor incapacitante por la menstruación no es natural, cuando exceda de ser una simple molestia que se alivia con analgesia, del tipo parecetamol o ibuprofeno.
Suele aparecer por tres causas a nivel general: la inflamación, las adherencias o la infiltración nerviosa.
Muchas veces va ligado al grado de infiltración en endometriosis profunda, que es el tipo de endometriosis más severa.
Para efectuar un tratamiento eficaz en estos casos se debe evaluar la localización del dolor, su intensidad, la duración, cirugías previas y situación psicosocial de la paciente.
El dolor abdominal en endometriosis se produce al entrar sangre menstrual en la pelvis y/o por el sangrado del tejido endometrial implantado fuera de útero.
También causa otras dolencias secundarias, como algias pélvicas, dispareunia, hidrosalpinx, síndrome miosfascial del suelo pélvico, atrapamiento del nervio pudendo, dolor en la parte baja de la espalda y los miembros inferiores, ligamentos uterosacros (sostienen el útero), síndrome del piramidal o piriforme, vulvodinia, prolapso, incontinencia urinaria, contracturas en distintos músculos (rectoabdominales, obturadores, oblicuos,...), etc. Todos ellos, pueden causar también dolor en la zona pélvica, abdominal o genital y agravar el estado general de la paciente.
Habitualmente, en el dolor causado por la endometriosis, su duración coincide con la regla pero puede producirse también durante la ovulación. Existen casos en los que su persistencia hace que este síntoma aparezca antes, durante y tras la menstruación. Puede alargarse durante periodos muy extensos de tiempo, pudiendo volverse crónico (sobrepasando los 6 meses de duración de forma continua o intermitente) en los casos más severos, que deben ser tratados con fármacos y terapias para el dolor de forma individual y específica.
El tratamiento es en muchas ocasiones complicado, ya que el dolor pélvico crónico se puede solapar con otras patologías comunes en pacientes con endometriosis, como son el síndrome de intestino irritable, fibromialgia o cistitis intersticial.
La cronicidad del dolor o el origen del problema puede producir disfunciones a nivel del sistema nervioso central haciéndolo más sensible a los estímulos, por lo que aproximadamente el 20 % de las pacientes con endometriosis será derivada a una unidad especializada en el tratamiento del dolor crónico, para paliar los síntomas y mejorar la calidad de vida de estas mujeres.
ENLACES DE INTERÉS
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