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LOCALIZACIONES, TIPOS Y GRADOS:

LOCALIZACIONES:

Según la localización y el grado de penetración de los focos endometriósicos en el tejido, se distinguen tres formas diferentes de enfermedad:

● La endometriosis peritoneal: en la que aparecen implantes superficiales en el peritoneo (tejido que recubre el abdomen). Esas lesiones pueden ser negras, rojas o blancas, dependiendo del grado de cicatrización de las mismas.

● La endometriosis ovárica: formando quistes de líquido con aspecto achocolatado que se denominan endometriomas o quistes de chocolate. Éstos varían su tamaño desde unos milímetros hasta varios centímetros y suelen ser extirpados a partir de una superficie de unos 5-6 cms. La endometriosis ovárica aparece en un 50% de mujeres con la enfermedad.

La endometriosis profunda: en la que los implantes penetran profundamente por debajo del peritoneo, lugar donde se localizan estructuras tan importantes como los nervios pélvicos, los uréteres, el recto, la vejiga, etc. Esto hace que esta sea la forma más grave de la enfermedad, pudiendo ocasionar daños irreversibles.

Las tres tienen  algunos factores en común, como la presencia de estroma endometrial o células epiteliales, el sangrado crónico y signos de inflamación. Su componente inflamatorio puede estimular las terminaciones nerviosas pélvicas y por consiguiente causar dolor, alterar la función tubárica, disminuir la receptividad endometrial y alterar la calidad de los ovocitos y embriones. Asimismo, estas lesiones pue­den causar adherencias que pueden obstruir las trompas de Falopio y cau­sar infertilidad. Por tanto, la enfermedad puede abarcar desde pocas lesio­nes focales hasta grandes y extensas lesiones que convierten la endometrio­sis en una enfermedad sistémica crónica, compleja y grave en algunas pacientes.

TIPOS DE ENDOMETRIOSIS:

Se distinguen fundamentalmente dos tipos de endometriosis:

  • La endometriosis interna o adenomiosis: el endometrio ectópico se encuentra entre las paredes del miometrio (capa muscular del útero). Un 10% de las mujeres con endometriosis sufren esta dolencia. Se localiza únicamente dentro del útero, produciendo un engrosamiento que penetra en el miometrio. Puede causar dolor pélvico, sangrados abundantes, dolor en las relaciones sexuales, miomas o infertilidad.

  • La endometriosis externa: el endometrio en este caso se puede localizar en cualquier órgano del cuerpo, ya sea en el aparato reproductor o no (intestino, vejiga, pulmón…), a excepción del bazo y el corazón. Es la más importante desde el punto de vista clínico. Dentro de la misma se subdividen varios tipos, de los que nombraremos los más comunes:

    • Endometriosis ovárica: en la que se suelen formar quistes de chocolate, también llamados endometriomas, de los que hemos hablado en el apartado anterior.

    • Endometriosis intestinal: El tejido endometrial se localiza dentro del aparato digestivo. Afecta a un 5% de pacientes de endometriosis. Según un estudio realizado en la Universidad de Baylor se ha confirmado que las mujeres con endometriosis intestinal pueden sufrir anemia ferropénica e hipoglucemia, ya que se vio que mostraban bajos niveles de azúcar en la sangre durante la prueba de tolerancia a la glucosa. Puede producir síntomas como pérdida de apetito, dolor de estómago o durante la digestión, náuseas, vómitos, calambres, gases, distensión abdominal, estreñimiento y/o diarrea e incluso evacuaciones dolorosas y rectorragia (sangrado rectal). El tramo intestinal que suele verse más afectado es el recto sigmoide.

    • Endometriosis vesical: Se localiza en la vejiga. Dentro de la misma, el lugar más común en el que se suelen presentar infiltraciones o nódulos es en su cúpula. Los síntomas varían desde molestias al orinar, sangrado al expulsar la micción (en caso de endometriosis infiltrativa) o infecciones de repetición. También es común que se vean afectados los uréteres, causando atrapamiento en los mismos, que impiden el correcto flujo de orina desde los riñones hasta la vejiga.

    • Endometriosis umbilical: Este tipo de endometriosis se localiza en la zona próxima al ombligo o en su interior. La endometriosis cutánea es poco frecuente, pero es la endometriosis extrapélvica más común. La enfermedad suele surgir sobre cicatrices quirúrgicas previas. Suele caracterizarse por provocar sangrados que coinciden con la menstruación.

    • Endometriosis torácica: Las lesiones de endometriosis se sitúan en los pulmones, la pleura o el diafragma. Sus síntomas principales son el dolor torácico o en los costados (que aumenta durante la menstruación), dificultad al respirar, fatiga, mareos, taquicardia, neumotórax catamenial, hemotórax, hemoptisis intermitente (sangrado que suele manifestarse al toser) y nódulos pulmonares (menos frecuentes).

GRADOS:

En la mayoría de pacientes se asocian varios tipos de endometriosis a la vez, pero se distinguen 4 grados distintos, según el Sistema de la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (rASRM):

● Grado I o mínimo: Se presentan lesiones aisladas y sin adherencias.

Grado II o leve: Implantes superficiales endometriales menores de 5 mm. Adheri­dos o diseminados sobre la superficie del peritoneo y ovarios. No afectan a otros órganos.

● Grado III o moderado: Implantes múltiples superficiales o invasivos. Se pueden observar adherencias alrededor de las trompas o del ovario.

● Grado IV o severo: Implantes múltiples, superficiales y profundos que incluyen grandes quistes de tejido endometrial en el ovario (quistes de chocolate o endometriomas). Usualmente se observan adherencias con gran extensión.

 

Esta valoración de los grados o estadios de la endometriosis sólo evalúa las lesiones o adherencias en el aparato reproductor. Eso hace que muchos profesionales no estén de acuerdo con estos baremos, pese a ser este sistema el más utilizado a día de hoy.

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