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NUTRICIÓN EN ENDOMETRIOSIS:

La endometriosis requiere un tratamiento integral para estabilizar sus síntomas y evitar su agravamiento. Entre ellos, la nutrición juega un papel muy importante, ya no sólo como un elemento clave en los hábitos saludables de cada individuo, previniendo o mejorando enfermedades, sino también como un elemento que mejora notablemente síntomas (como el dolor, inflamación o problemas digestivos), funcionando como regulador de hormonas, eliminando toxinas, controlando el peso, reforzando el sistema inmune o ayudando a mejorar la infertilidad.

Debemos apuntar que cada persona responde de una manera distinta a determinados nutrientes y tipos de dieta, pues tiene necesidades diferentes dependiendo de su actividad, edad, peso o altura, entre otros, por lo que no existe una dieta milagro o recomendaciones 100% efectivas en todos los casos.

Lo cierto, es que la alimentación saludable y la dieta llamada "anti-endometriosis" nos habla de determinados alimentos o nutrientes que realizan reacciones químicas en nuestro organismo que nos empeoran o agravan los síntomas y otros alimentos que nos pueden ayudar a ir recuperando nuestra calidad de vida. Tanto es así, que algunas mujeres que siguen estas recomendaciones pueden llevar una vida notablemente mejor e incluso han dejado de recibir tratamientos hormonales o fármacos para tratar el dolor. Esto no ocurre en todos los casos, pero nos lleva a entender que existe una relación directa entre endometriosis y nutrición.

También se deberán tener en cuenta las alergías e intolerancias de la paciente, como funciona su metabolismo o si existe exceso de grasa en su organismo. Ésto es importante, ya que la endometriosis es una enfermedad que depende de los estrógenos y estas hormonas se sintetizan con la grasa, lo que significa que a más grasa, más estrógenos y más posibilidad de activación de la enfermedad. Estas hormonas también deben de ser evitadas en nuestra dieta, ya que existen muchos alimentos que las contienen, como las carnes rojas, la leche de vaca o la soja.

  • Alimentos y suplementos recomendados en endometriosis:​

  • Ricos en fibra: favorece el tránsito intestinal, elimina los deshechos y el exceso de estrógenos. Esencialmente, se encuentra en los vegetales (mejor crudos y de hoja verde oscuro) y frutas (ricas en antioxidantes y resveratrol como la uva, el arándano, cerezas, y también la papaya o el kiwi). Cuanto más ecológicas sean, mayor beneficio para la salud. Las legumbres (lentejas, guisantes) y los alimentos integrales (como cereales integrales, preferiblemente sin gluten) son también un buen aporte. Se debe evitar el abuso de fibra, ya que su exceso puede causar estreñimiento por absorber gran cantidad de agua en el intestino.

  • Ácidos grasos Omega-3: mejoran el sistema inmune y rebajan la inflamación, produciendo prostaglandinas de serie 1 y 3 (beneficiosas). Se pueden encontrar en alimentos como el pescado azul (salmón, sardinas, caballa), aceites (de oliva virgen o de coco biológico), frutos secos (nueces, avellanas, pistachos), semillas (calabaza, lino) o en verduras de hoja verde oscuro (brócoli, espinacas, acelgas, col).

  • Probióticos: equilibran la flora intestinal manteniendo fuerte el sistema inmunitario, ya que el 80% de nuestras defensas se encuentran en el tracto intestinal. También previenen infecciones de hongos (del tipo cándida). Son el yogur, kéfir, chucrut, micro algas, sopa de miso o tempeh.

  • Especias y semillas: algunas especias como la cúrcuma o el jengibre ayudan a conseguir un potente efecto antiinflamatorio. También pueden ser beneficiosas las semillas de chía, lino o calabaza.

  • Alimentos y suplementos que se deben evitar con endometriosis:

  • Productos lácteos: Contienen altos niveles de estrógenos y sustancias que aumentan la inflamación como la A1 beta- caseína  o las prostaglandinas serie 2. Además la caseína (proteína de la leche) y la lactosa (azúcar de la leche) pueden causar intolerancias o alergías graves. Entre los lácteos se encuentran la leche, quesos, mantequilla o nata, entre otros productos. Se pueden sustituir por leches vegetales, exceptuando la de soja, que contiene un alto nivel de fitoestrógenos no recomendable.

  • Carnes y huevos: en especial las carnes rojas, embutidos o vísceras, que son proinflamatorios y desencadenan desequilibrio hormonal. Los huevos pueden ingerirse de manera moderada, por contener dioxinas y gran cantidad de grasa en su yema. Son más recomendables los de procedencia ecológica.

  • Grasas saturadas, trans o hidrogenadas: todas ellas producen prostaglandinas de serie 2 , perjudiciales por causar inflamación y los dolores menstruales propios de la endometriosis. Se encuentran en alimentos fritos, margarinas, productos elaborados, bollería industrial, aceites animales, etc. Tampoco son recomendables los aceites de girasol, maíz o soja.

  • Azúcar, miel e hidratos de carbono refinados: el azúcar refinado aumenta la secreción de prostaglandinas serie 2, aumentando el proceso inflamatorio por producir un exceso de insulina. También las harinas refinadas, que están presentes en el pan, pastas, galletas, rebozados, productos de pastelería, repostería y bollería, entre otros muchos. Respecto a la miel, lo más aconsejable es que sea orgánica. Recientemente se ha descubierto que el propóleo, sustancia que contiene la miel de abejas, es beneficioso para mejorar la fertilidad y salud reproductiva femenina en afectadas de endometriosis, según un estudio de la Fertility and Sterility (Fertilidad y Esterilidad).

  • Cafeína y teína: aumentan la inflamación y el nivel de estrógenos. Se encuentran en el café, cacao, suplementos para perder peso y mejorar el rendimiento deportivo, el té (exceptuando el té verde, que si ofrece beneficios), refrescos, bebidas energéticas o helados.

  • Alimentos con gluten: existen varios estudios que relacionan la endometriosis con la celiaquía o la intolerancia al gluten no celiaca. El consumir alimentos como el trigo, que contienen esta sustancia, hace que se produzca una respuesta inflamatoria en nuestro sistema digestivo y pueda provocar enfermedad inflamatoria crónica. Para evitarlo, se pueden consumir cereales que no contengan gluten como el arroz, centeno, la espelta, el maíz, la quinoa o trigo sarraceno.

  • Alimentos procesados: por contener más aditivos. Muchos de ellos suelen envasarse enlatados o en conserva.

  • Alimentos con histamina: la histamina es un alérgeno que estimula la liberación de anticuerpos. Se libera cuando sufrimos de estrés o alergia y se encuentra presente en algunos alimentos como quesos, berenjena, alcohol, pescado ahumado, alimentos fermentados, vinagres o carnes procesadas.

  • Alcohol: éste consume vitamina B y perjudica la función del hígado, que ayuda a eliminar los niveles altos de estrógenos del organismo. Además, según un estudio de la Saint Louis University School of Medicine, el alcohol afecta las funciones ováricas y agrava los síntomas del síndrome premenstrual.

  • Isoflavonas: Estrógeno vegetal que puede elevar los niveles de estrógenos en humanos y, por tanto, activar la endometriosis.

          Vitaminas y Minerales:

  • Magnesio: evita los calambres menstruales y ayuda a prevenir el estreñimiento.

  • Zinc: favorece al sistema inmune y al estado emocional. Ayuda  la creación de células, favoreciendo la curación de tejidos.

  • Calcio: ayuda a reforzar los huesos y dientes y previene la osteoporosis en etapas como la menopausia. Elimina el exceso de estrógeno. Su déficit provoca calambres, dolor pélvico y de cabeza.

  • Hierro: su déficit provoca anemia que causa cansancio, debilidad y depresión.

  • Vitaminas de complejo B: mejoran el estado de ánimo. Ayudan al metabolismo de proteínas, grasas e hidratos de carbono.

  • Vitaminas A, C y E: favorecen al sistema inmunitario.

  • Vitamina D: ayuda a la fijación del calcio. Su déficit provoca procesos inflamatorios.

  • Selenio: junto con la vitamina E, rebaja la inflamación y fortalece el sistema inmune.

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